18 de junio de 2010
Y en el próximo capítulo...
Capítulo 6, cuarta temporada (avance exclusivo del blog)
Los vecinos llegan a la casa de Enrique para quejarse de que no se ve la tele debido a que no han adaptado la antena para la TDT y cuando se lo cuenta a Antonio no se le ocurre otra cosa que colarse en la Atalaya del Arcipreste para robarles la antena. Cuando llegan ahí Enrique se da cuenta de la maravilla de comunidad que ha entrado, y decide intentar quedarse en la comunidad, aunque aún así sigue ayudando a Antonio y Coque. La trama termina con Enrique pidiendo disculpas por lo que han hecho a los vecinos de la Atalaya y quitando con el presidente de allí la antena robada pero cuando el presidente de allí la tiene en sus manos le cae un rayo que le mata. Enrique decide vender su bajo.
Mientras en el Ático B, Estela se cree que está embarazada y tiene un embarazo psicológico como los perros. Javi y Lola deciden seguirla el rollo por decisión de la psicóloga Judith ya que si se lo dijeran podrían crearle una enfermedad crónica. Leo se cree que va a ser padre y la pide que se case con ella. Todo se enreda cuando a las dos semanas de creer que tiene el niño "da a luz". Cuando Estela no ve al niño cree que se lo han quitado su hija y su yerno.
Amador mientras está haciendo su turno de barrendero ve como una señora agrede a una controladora de estacionamiento (una "ponemultas") y la defiende. Esta se lo agradece quedando para cenar pero todo termina con que Lorena (la controladora) dice que lo único que quiere es echar un polvo como Amador.
Judith y Raquel, ya sin saber como quitarse de encima a Maite, piensan en juntarla con un paciente de la psicóloga que es adicto al sexo, pero todo se cruza cuando aparece Amador.
En este capítulo vuelve a salir Parrales, (el inmigrante con el que Amador se iba a casar por matrimonio de conveniencia) con una pequeña escena.
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